A muchos padres os preocupan los efectos del chupete en los dientes de los niños. Al respecto existen multitud de mitos, y es conveniente no dejarse llevar por lo que hemos escuchado de personas no profesionales.

 

Mitos y realidades sobre el chupete

 

Beneficios

Reducción de la incidencia de la muerte súbita en lactantes.

Alivio del dolor que produce la aparición de las piezas dentales.

Puede ayudar a reducir el estrés y conciliar el sueño.

 

Peligros

Una incorrecta alineación de la dentadura. Sin embargo, para que suceda deben darse dos situaciones:

  1. uso del chupete sea muy prolongado en el tiempo.
  1. que continúe utilizándose más allá de los 3 años de edad. Antes de ese momento no llegan a producirse malformaciones que modifiquen la arcada dental definitiva, puesto que incluso en los casos en los que puede haber algún tipo de problema de alineación o mordida motivado por el uso del chupete, los dientes vuelven a su sitio pasados unos meses.

 

¿Chuparse el dedo o usar chupete?

Muchos padres no distinguen entre uso y abuso del chupete, y por tanto prefieren evitarlo, considerando que el hecho de que el niño se chupe el dedo en lugar de usar un chupete es un acto más natural y menos peligroso.

Esa es otra idea errónea referida a los efectos del chupete en los dientes, puesto que llevarse el pulgar a la boca conlleva mayores riesgos.

  1. Mientras un chupete puede mantenerse limpio más fácilmente, no ocurre lo mismo con un dedo. El niño toca todo lo que tiene a su alcance, y por lo tanto sus manos están en permanente riesgo de contaminarse con bacterias, las cuales irán luego a la boca.
  2. Puede dañarse la mucosa bucal, ya que la superficie del dedo es mucho más dura que el material con el que se fabrican las tetinas, y por tanto tiene más opciones de provocar pequeñas heridas.
  3. Chuparse el dedo, además, no está exento de riesgos en lo que se refiere a problemas de alineación dental. Es decir, quienes crean que esta es una consecuencia del uso del chupete que pueden evitar, están equivocados, porque puede darse igualmente si el niño se chupa el dedo. Con un agravante que lo hace aún más peligroso: generalmente es más sencillo retirar el chupete al niño en un determinado momento que quitarle la costumbre de meterse el dedo en la boca.

 

Consejos sobre el uso

  • El chupete no debería ser un objeto de uso inmediato.
  • Conviene tener más de un chupete, de manera que si alguno se pierde el niño no tenga que sufrir estrés. Y, por supuesto, estar pendiente de que el niño no utilice un chupete con el que pueda atragantarse y tenga un tamaño adecuado.
  • Hemos de retirarlo sobre los 3 años de edad para que no tenga consecuencias negativas.

 

La retirada del chupete

Es importante planificar correctamente el proceso de la retirada.:

  • En primer lugar, conviene ir acostumbrando al niño a reducir su uso. Hay quien prefiere retirarlo de golpe, pero si se le acostumbra a usarlo solo antes de dormir o en momentos en los que esté muy tenso, posiblemente la retirada definitiva sea más sencilla.
  • Otra forma de ir desincentivando su uso es impregnar el chupete con sustancias que tengan un sabor desagradable, como vinagre o limón.
  • Lo que no hay que hacer es reprender al niño por su uso, no se le debe castigar por hacer lo que hasta entonces sus padres han permitido y fomentado.

En cualquier caso, es indispensable que siempre le preguntes a tu dentista u odontopediatra sobre los posibles efectos del chupete en los dientes y las recomendaciones para su uso, ya que es conveniente analizar cada caso de manera personalizada.