
EN EL DIENTE POR LA EXPOSICIÓN FRECUENTE DE LOS DIENTES DEL NIÑO A LOS LÍQUIDOS QUE CONTIENEN AZÚCARES, ENTRE OTRAS COSAS.
La caries del biberón o caries de primera infancia tiene una evolución agresiva y destructiva de los dientes temporales y suele producirse sobre todo en niños de entre 13 y 24 meses.
Suele empezar siendo una ‘mancha blanca’ en el cuello del diente que se debe a una descalcificación en el esmalte. Es conveniente que el odontopediatra valore de forma individualizada cada caso y en una etapa temprana para poder evitar que esta ‘mancha blanca’ progrese, pueda llegar al nervio y entonces crear dolor e infecciones.
Para poder prevenir este tipo de lesiones deberemos realizar una buena higiene, evitar la contaminación de la boca del bebé y seguir una buena alimentación.
¿Cómo evitamos la contaminación del bebé?
Los bebés adquieren las bacterias cariogénicas de sus padres o cuidadores, por ello, si sus padres o cuidadores tienen unos niveles altos de bacterias cariogénicas los niños serán más propensos a tener caries en épocas más tempranas.
¿Cómo lo prevenimos?
- Deberemos evitar compartir con nuestro bebé cepillos dentales, cucharas, vasos…
- No dar besos en la boca del bebé.
- Evitar que las mascotas chupen la cara del bebé o la boca.
- Cuando el chupete se ha ensuciado evitar limpiarlo con saliva.
Respecto a la alimentación, la caries está asociada directamente a la ingesta de cualquier tipo de azúcar que consumamos de forma frecuente. Por lo tanto, es importante:
- Evitar el consumo de bollería industrial, chocolates, golosinas, bebidas carbonatadas… antes de los dos años.
- No deberemos dejarles un biberón en la cuna con líquido que no sea agua
- No untar el chupete en azúcar o miel.
- Evitar los zumos industriales, en caso de darles zumo, es mejor que sean hechos en casa.